Como viene siendo habitual, por desgracia para nuestros vecinos, salimos a un par de robos por semana. El pasado martes, 7 de enero, la Guardia Civil de Cebreros detiene a un joven marroquí de 23 años residente en Las Navas por un delito de robo en grado de tentativa. El 26 de diciembre el delincuente se dió a la fuga al ser descubierto por el dueño del inmueble, dejando en la huida un paquete de velas que lo delató y sirvió para su posterior detención.

Esta misma semana otro robo en el barrio de la Estación. Los ladrones rompieron la ventana de hierro para acceder a la vivienda, dejando los aparatos voluminosos de valor.

Y el último -por ahora-, el pasado jueves 9 de enero. En un chalet situado en la Avenida del Descargadero, vivienda habitual, los ladrones entraron aprovechando el horario de trabajo de sus propietarios. Se llevaron dinero y efectos personales, dejando equipos de televisión o sonido, lo que hace pensar que buscan un botín rápido y sin complicaciones. En esta ocasión también los delincuentes fueron pillados in fraganti por el propietario, aunque se dieron a la fuga con el resultado del robo.

Foto. Calle en la que se produjo el último robo.Por petición expresa de los propietarios hemos quitado la foto de portada debido a la cantidad de personas que les preguntan por ello.
Desarticuladas las grandes bandas que operaban el verano pasado en nuestro pueblo, los ladrones que operan últimamente -según fuentes bien informadas- están integrados en dos grupos localizados. El problema es que no hay pena de cárcel preventiva por acumular un número de delitos escandalosos en algunos casos. Se les detiene, les toman declaración y, a la espera de juicio, vuelven a salir a la calle y a delinquir. Además hay que resaltar la buena información de que disponen. Tanto en el robo perpetrado en la vivienda de la profesora de baile el pasado 21 de diciembre, como en el del pasado jueves, los ladrones tenían la certeza de que la casa estaría vacía.