Las Navas del Marqués a 4 de junio de 2023 |
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Cuando arrecia el verano hay un scoop periodístico que no falta nunca: la ola de calor. Nunca he entendido muy bien que abran los telediarios con la "noticia" porque no hay tal noticia. En primer lugar, lo normal en verano es que haga calor, y en segundo lugar, es difícil de entender tanta alharaca para contarnos algo que todos ya sabemos. Pero ahí estamos cada año: hace calor y llega como una ola.
Pero más asombrosa que la labor informativa es la labor educativa. No se conforman con decirnos que en julio hará calor, sino que además, con mucha seriedad e insistencia, nos dicen que debemos llevar ropa ligera y de algodón, no dejar a perros, niños ni ancianos en un coche cerrado al sol y que hay que evitar hacer deporte en las horas álgidas, que si la cosa está chunga se extienden desde las 9 de la mañana a las 9 de la noche. Ah, e hidratarse. Beber agua no es beber, es hidratarse. Si es de botijo tal vez es refrescarse, pero si es de un botellín de plástico entonces es hidratarse, no hay duda.
Siempre que oigo todos esos consejos me digo que habría maneras más directas de llamarnos gilipollas, y que esas sutilezas no están al alcance de cualquiera y que lo mismo nos pasan desapercibidas. Piensas que todas esas cosas que dicen en el telediario tienen que ver más con el sentido común que con el calor en sí, pero al cabo, te dices que tal vez no está de más recordar los básicos. Es cuando te cruzas por la carretera a ese cincuentón con barriga haciendo footing (que ahora es running) a las 5 de la tarde, a las cinco en punto de la tarde, cuando el viento se lleva los algodones y te los deja pegados a la espalda. O cuando ves a la una, las doce en Canarias, a una chiquilla que lleva botas y foulard, o cuando la guardia civil tiene que romper a golpes una ventanilla para sacar a un pobre perrete que han dejado encerrado en un coche a pleno sol. Sí, quizá hay que avisar a la población, quizás hay que avisar.
Antes los golpes de calor les sucedían a los cretinos, a los ignorantes y a los que no tenían una abuela cerca que les diera un coscorrón a tiempo. Era ese "niño, pero dónde vas con jersey". Ahora, los episodios de desfallecimiento por calor sólo les pasa a los que no ven el telediario. Quizá deberían avisar también en el programa de supervivientes y en los debates de la Sexta, que es lo más popular y mentalmente regresivo que se me ocurre.
Así que ya saben: No se tapen e hidrátense, que viene el calor.