Las Navas del Marqués a 4 de junio de 2023 |
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Hace unos días hablaba de los afiliados que pagaban cuota a los partidos políticos. Según Hacienda, se trata de 95.000 personas a repartir entre todos los partidos. O sea, poquísimos. A los partidos esto les da lo mismo, entre otras razones porque viven de los presupuestos del estado, pero es un buen punto de partida para imaginar en manos de cuánta gente estamos cuando de habla de primarias. ¿Procesos democráticos? Hum, no sé yo.
Las primarias que se hacen en los partidos españoles son unas primarias endogámicas en las que votan los militantes, o sea, lo más cenutrio, parcial y fanático de los partidos. Hay quien lo extiende a los "simpatizantes", que no sé lo que es, pero me da lo mismo: siguen siendo los groupies políticos, los come ruedas de molino, los forofos políticos que de todos modos, y en cualquier caso, y pase lo que pase, votarán a ese partido.
En España han sacado mayorías absolutas el PP y el PSOE, y no creo yo que los diez millones de votos que han logrado en alguna ocasión sean de afiliados. Ni siquiera de simpatizantes. La diferencia entre votantes y militantes es eso, y tiene que ver con llegar al poder o no. Y justamente cuando las encuestas dan como favoritos entre los no afiliados a un candidato, la militancia se vuelve en masa contra él porque, oh, cae bien a los «otros». Y debería de ser justo al contrario, deberían elegir al que más posibilidades tiene de convencer a más gente para gobernar, pero, amigos, no se puede pedir peras al olmo ni inteligencia a un borrego.
El Osasuna ayer perdió contra el Madrid, pero hizo el partido de la temporada. Llevan 22 partidos jugados y sólo 11 puntos (20 jugados y 49 puntos tiene el Madrid), van a la cola de la clasificación y probablemente bajarán a segunda, pero con todo pusieron al Madrid contra las cuerdas durante un buen ratillo. La afición estaba enardecida, llenaron el campo, animaron como nunca, y los jugadores corrieron como gamos y se dejaron la piel. Y, sin embargo, la permanencia la obtendrán de sacar esa motivación cuando jueguen con el Leganés, con el Sporting, con el Valencia, con el Eibar. Una golondrina no hace verano, y una victoria contra el Madrid (ganar al Madrid es como matar al padre) no les asegura la permanencia. Pero las ligas se parecen más a un cacareo que al canto de un cisne, y se compite ganando al máximo posible de equipos, empezando por los peores y más pequeños. Pero ahí tienen a los hinchas del Osasuna: se pasarán un par de semanas relamiéndose por lo bien que le jugaron al Madrid y luego estarán una temporada entera comiendo pipas en segunda.
Si yo fuera del Osasuna pediría que echaran a ese entrenador mañana mismo por dos razones: por no entender nada y por no saber canalizar la fuerza que se trae entre manos. Y si fuera del PSOE... si yo fuera del PSOE entonces me pondría a llorar.