Tras su llegada, el 23 de julio de 1936, las milicias de Mangada desatan su odio contra la Iglesia. En primer lugar, acabando con la vida del sacerdote, Basilio Sánchez García, y destruyendo en los días posteriores el interior de los templos de Navalperal, cebándose con la ermita de San Antonio, a la entrada del pueblo, y la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, que se encuentra al cruzar la vía férrea a poca distancia de la Plaza Mayor. Altares, tallas y crucifijos son destrozados sin miramiento por quienes se consideran enemigos declarados de la sotana y de todo lo que significa la jerarquía católica.

En los fondos digitalizados de la Biblioteca Nacional de España (BNE) encontramos una imagen de la “iglesia parroquial con el presbiterio de piedra y techumbre de la nave de madera”, iglesia “gótica del siglo XV”, que “fue saqueada y arrancados todos sus altares, quemándolos en la plaza”. La fotografía nos muestra una “vista de la iglesia ya adecentada para hacer los cultos”.

Preside el altar una bandera de España justo encima de la talla de lo que parece una Virgen con el Niño en un escenario dantesco en el que se han intentado camuflar con pobre resultado los daños que ha sufrido el interior del templo. Sillas, bancos y algún reclinatorio se apilan delante y a los lados del espacio más inmediato a la cabecera, adornada con ramos de flores. La triste imagen la completa la suciedad de las paredes, salpicadas de cuadros y diminutos crucifijos. Antes de llegar hasta allí y en el lugar donde hoy se encuentran los bancos para los feligreses, la nada.

Mucho trabajo queda por delante para que la iglesia vuelva a recuperar su pasado esplendor después de que sus entrañas ardieran en el centro del pueblo, convertido en escenario público para los escarmientos y demostraciones de fuerza de la Columna Mangada.

Fotos:
BNE
© Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción 2018
Foto antigua del templo sin datos