Ha sido larga la espera, desde el pasado mes de enero los niños se han encontrado con el parque desmantelado, los juegos, ya obsoletos y sin cumplir la normativa, retirados, y un sinfín de zanjas en lo que antes era su lugar de juegos.

Un gran trabajo por parte de los obreros del ayuntamiento y Montes de Las Navas. Se han podado árboles, retirados algunos -los menos posibles-, abierto todo el recinto para alojar las tuberías de riego automático, de acometida de agua y desagüe al kiosco, de nuevas posibles tomas de electricidad, y hasta de un futuro baño público, pero lo cierto es que hasta que no se comenzó a hormigonar la base del castillo, a plantar de cèsped todo el parque, y aún faltaba lo más vistoso.

En las últimas dos semanas han ido viniendo las atracciones: la zona de calistenia, el rocódromo, las tirolinas, los bancos sueltos, los bancos con mesas para comer o merendar, las papeleras, y al final el gran castillo de ocho metros de altura, con su arenero de agua para los más pequeños. Este sábado hasta muy tarde se puso la última parte de esta atracción, el suelo continuo de caucho. Mientras, los trabajadores municipales daban los últimos toques de rastrillo, el mismo domingo.

Hoy martes se han producido las dos inauguraciones. La primera con el director general de administración local de la Junta (quien pone el dinero de la subvención), el delegado territorial de Ávila, y el alcalde de Las Navas.
La segunda, la más importante, desde prácticamente la salida de los colegios, la de nuestros vecinos más pequeños, que han colapsado en ciertos momentos la gran atracción, el castillo Barracus. Con un parque para todos, se notaba en la tarde de hoy que había ganas de volver. Ahora solo falta disfrutar de las instalaciones con buen criterio, y cuidarlas, que son de todos.